EL FIN DEL TENIS

" De modo que los hombres no se encuentran con nada nuevo cuando se exponen a sí mismos a la subsiguiente creación y manipulación, y no hacen nada perverso si se cambian a sí mismos autotecnológicamente, siempre y cuando tales intervenciones y asistencia ocurran en un nivel lo suficientemente alto de conocmiento de la naturaleza biológica y social del hombre, y se hagan efectivos como coproducciones auténticas, inteligentes y nuevas en trabajo con el potencial evolutivo", Sloterdijk, Peter, “El hombre operable”, en Revista Artefacto, octubre 2001.

Hoy en Wimbledon, una persona automanipulada químicamente hasta el punto casi de mutar de especie ha triunfado sobre un ser humano talentoso a base de correr y defender todo el partido. Esto presupone un nuevo punto de partida para este deporte que otrora nos brindara momentos de inolvidable belleza. Con el triunfo de este engendro mutante se abren las puertas de par en par para que cada vez más estos "hombres auto-operables" como los llama su ideólogo Peter Sloterdijk, sin talento pero con una fuerza bruta inimaginable creada desde un laboratorio se apoderen del deporte blanco definitivamente.

No pasarán muchos años para que las finales sean protagonizadas por seres así:



Y quizás les contemos a nuestros nietos de las cosas que hacían con la raqueta gente como federer, safin, tommy haas o el gato gaudio antes que el tenis se convirtiera en una especie de lucha libre a distancia.